miércoles, 11 de enero de 2012

Being myself....

La semana pasada, descubrí la fabulosa serie canadiense "Being Erika". Se trata de una chica de 32 años que decide emprender una terapia para entenderse mejor y cambiar ciertos aspectos de su vida. Gracias a los superpoderes de su no menos super terapeuta, Erika puede volver al pasado y rectificar todo aquello de lo que se arrepiente.
En el capítulo de hoy, Erika vuelve al pasado para intentar salvar a su hermano Leo. Leo tiene 21 años cuando muere quemado en un granero mientras se fuma un peta. Erika y su familia dormían en la casa de al lado y cuando se quisieron dar cuenta, ya era demasiado tarde. Leo ya había muerto y desgraciadamente esas cosas no se pueden cambiar...incluso en la pequeña pantalla. Incluso Erika.
Me he emocionado mucho con este capítulo y es que también tengo un hermano. Y una hermana. Esto me hizo pensar en lo duro que tiene que ser perder a un hermano, ese ser con el que compartes padres, primos, tíos, hogar, esa persona con la que creces, te ríes y peleas, esa alma gemela con la que basta una mirada para saber si está bien o mal. Mis hermanos son muy diferentes pero los quiero a los dos por igual. Ni más ni menos. Para mí, son dos personas muy especiales. Dos seres puros en su esencia y en su relacion al mundo, dos miradas ingenuas y transparentes. Creativos por naturaleza y anticonformistas sin querer. Niños grandes que siguen disfrutando jugando y leyendo cuentos. Dos personas a las que quiero muchisimo y a las que no me imagino un día no tener a mi lado.

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