jueves, 12 de enero de 2012

Volver a casa...

Me fuí de casa con 23 años y ya tengo 34... Estas Navidades, cuando volví a mi casa de Paris, en ese piso enfrente de la Torre Eiffel en el que viví durante 23 años feliz con mis padres y mis hermanos, tuve la extraña sensación de que se había cerrado un largo paréntesis. Me dí cuenta por primera vez que echaba de menos mi casa. Mi casa en Barcelona. Y que las comparaciones se hacían en detrimento al hogar donde crecí. Que sin quererlo ni darme cuenta, de una forma insidiosa y sutil, me había ido forjando a lo largo de todos estos años y de unas 15 mudanzas, una casa propia, un hogar con vistas al mar. De la casa de la infancia he pasado a la de la edad adulta. Entre medio, recuerdo muchos lugares, muchos viajes, muchos amigos, muchas aventuras y de repente.... Un lugar mío. Sólo mío. Un recoveco en medio de la gran ciudad. Y una gran alegría. Me gusta mi casa. Mi rutina. Y mi vida.

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