domingo, 20 de julio de 2008

La burocracia...

Estoy frita de la burocracia y de los 1000 tramites que has de hacer para conseguir una mera homologación, un mero papelucho que diga que sí, que efectivamente eres licenciada en filología francesa y que la Sorbona existe, que no es un establecimiento-fantasma fruto de una imaginación descabellada. Frita de que ante cualquier pregunta, duda o demanda de información, nadie te sepa o, en el mejor de los casos, nadie te quiera ayudar y te vayan mandando de un departamento a otro cual un pelota de ping-pong indomable hasta que, finalmente, después de 3 horas de teléfono, 50 departamentos pasados por agua, otras tantas secretarias aburridas de contestar siempre a las mismas preguntas, acabas por volver a hablar con la primera persona que inició este juego sadomasoquista dequiénseráelpringaoqueseatrevaaresolverteladuda. Una tal Eva Pérez que pones a caer de un burro ante semejante falta de profesionalidad. Ante tanto cachondeo.

sábado, 12 de julio de 2008

Aquellos amigos que te deben dinero y no se acuerdan...

Estoy frita de aquellos amigos que te deben dinero y no se acuerdan por que beben y beben como los peces en el río y vuelven a beber y cuando los bares cierran se dan cuenta de que tienen la cartera vacía y de que obviamente no pueden volver a casa andando por la sencilla razón de que primero no tienen ni la más remotisisima idea de dónde están y segundo por que van como una cuba dando botes de pared a pared. Entonces te piden que les dejes dinero y tú como buena amiga que eres vas y les dejas los 20 laureles, los metes en el taxi y te vas despreocupadamente a tu casa con la conciencia tranquila de ser una buena persona. El problema llega cuando al día siguiente a tu colega se le ha olvidado todo hasta que ayer era sábado y que la lió gorda, vamos que se ha quedado en blanco y tú te quedas a dos velas, sin tus 20 euros, cierto, pero escarmentada. La próxima vez a dedo en medio del Paralel…

martes, 8 de julio de 2008

Que mi barrio sea una guarrada...

Estoy frita de que mi barrio sea una guarrada sin nombre y mi calle un meadero público, una extensión de la falta de civismo de ciertos vecinos míos que se piensan que la calle les pertenece y la utilizan cual un vertedero municipal. Frita de tener que volver a casa caminando lo más lento y cuidadosamente posible para no encharcarme en una balsa de vómito, resbalar con una piel de plátano o verme de repente rodeada por un montículo de verduras podridas salteadas de unos cuantos pañales apestosos… Frita de que me asalten las ratas que salen de las alcantarillas (¡sí ratas!) en plena tarde como si nada, y se entreguen a un bailoteo extraño pero real en nuestras aceras, como si fuesen ellas, las auténticas dueñas del lugar. Frita de mis inquilinas estivales, mis queridas amigas las cucarachas o de los ocupas que se han apoderado del rellano de mi escalera bajo la forma de tres maravillosos hámsteres salidos de no sé dónde. Frita de que mientras tanto el ayuntamiento se toque las pelotas y piense en verde…

martes, 1 de julio de 2008

El aire acondicionado...

Estoy frita del aire acondicionado y de por qué coño en los autobuses, aviones y demás medios de transporte así como tiendas y almacenes se empeñan en hacernos sentir como en Siberia en pleno mes de diciembre cuando en realidad estamos en pleno verano y hace 35 grados ahí afuera. ¿Será que las tiendas nos quieren incitar a comprar la ropa de la nueva temporada de Otoño/invierno y a pasar de las rebajas? ¿O quizás todo sea una maquinación de las farmacéuticas por alentar el consumo de Frenadols, Gelocatiles y otros medicamentos contra el resfriado? Sea cual sea el motivo de semejante aberración, yo, por si acaso, no viajo nunca sin mi jersey de cuello alto, sin la manta que me regaló mi abuela y a partir de ahora sin mi chubasquero. Por si al aire acondicionado, además de quererte transformar en un cubito de hielo, también le da por gotear y empaparte de los pies a la cabeza como me pasó a mí este fin de semana en el trayecto Barcelona- Londres. Gracias Easyjet…