viernes, 23 de marzo de 2012

Mi amigo Pepe...

Hoy, tengo ganas de dedicarle esta entrada a un amigo mío al que siempre he apreciado muchísimo. Lo conocí por mi amiga Isa cuando éste decidió venir a Barcelona a estudiar a la Hoffmann. Venía cada fin de semana desde Canarias y cada viernes quedábamos en la Plata para comernos unas sardinitas, tomarnos unos cuantos vinos y ponernos al día. Su plan era sencillo: acabar la Hoffmann, formarse como cocinero y abrir un restaurante en su querida isla, frente al mar. Yo ya me veía allí, junto a la cristalera de su recién inaugurado restaurante disfrutando de una deliciosa comida y de un fabuloso día de sol con él y con Isa.
Pero las cosas no siempre salen como queremos. Mi amigo Pepe falleció hace 5 meses. De esto me enteré hace 4 y lo primero en que pensé fue en ese sueño suyo, ese restaurante que solo existía en la imaginación de aquellos que lo conocían. Y obviamente en que no había tenido la oportunidad de despedirme de él. Negligencia mía quizás por no llamar para ver cómo estaba a sabiendas de que ya estaba enfermo. No lo sé y la verdad ya no importa. Simplemente, quisiera aprovechar este blog para despedirme de él y rendirle un pequeño homenaje. Decirle que siempre recordaré su simplicidad, su buen humor, su generosidad y su sutil sentido del humor y que desde aquí pienso disfrutar cada instante de mi vida por mí y por los que ya se han ido. Desgraciadamente, demasiado pronto.

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